lunes, 15 de mayo de 2023

A woman is dreaming and writting the opposite in the mirror universe number 42

 

The sun is warming my skin while I am peacefully lying on the white sand and observing the transparent caribbean aquamarine waters. The palm trees sway in the breeze while scattered seashells decorate the beach, diminute waves die at the shore, enticing, like gigglin mermaids calling to play. I wade into the water until it is up to my waist. I feel weightless and free, I am at peace.


 I close my eyes for a few seconds.

 

Suddenly, I appear on the deck of a 1880s three-mast schooner. Impossible to distinguish if it is night or day; thick, dense grey clouds fill the sky. Tall, angry ripples charge against the figurehead. The colour of the ocean is painted in dark deep blue and grey. The sirens call here too, howling to lure you into the abyss. I can smell the salt, and the dimethyl sulfide fills my lungs. A kraken awaits in the depths, lurking beneath the surface of violent cold waters, ready to engulf the schooner.

Effortlessly, it can be understood what C.D. Friedrich was experiencing when he created Wanderer above the Sea of Fog, probably a sense of awe and wonder as the powerful storm developed. When I re-open my eyes, only the feeling is lingering; a deep internal urge for adventure in the unknown. A question about the capacity to sail the North sea. Maybe in our next life. 

The sun sets in paradise, warm reds and oranges call all the beings inside their caves, shells, houses. Calm and peaceful outside, while the North sea strikes storms in my stomach and rises foamy winds in my brain. Better, braver, captains will be the ones to sail their ships and live their own adventures in the wild, dark north.

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Overcontemplating the counterfactual is a recursive meme in my life. From the headphones, adequate lyrics penetrate my ears direct into my limbic system, perfecly curating the only possible outcome:

...We were always a losing game...




sábado, 18 de julio de 2020

Es casi como estar en casa

Sus voces agudas mientras caen en picado al atardecer

Eso es mi casa.

Uno tras otro, unidades negras contra cielos metálicos.
Grupos concurridos contra cielos pastel.

Vuelan desde África, huyendo del calor.
Incluso el verano es subjetivo.

Sin parar, sin dormir, sin descanso
Reposar, deternerse, es morir

Son la única especie que conozco,
que ha entendido de qué va esto.

Dejan sus nidos colgados en los canalones,
y en un régimen de visitas aparentemente aleatorio,
van y vienen. Caen y ascienden.

Hacen de lo inhóspito un hogar.
No habrá vencejos en Albania.

Migraré sin bandada,
y echaré de menos como pintan el lienzo del cielo,
en los atardeceres templados del verano.

Como ellos, volaré sin detenerme, sin recesos.
Frenético, del que se sabe condenado si
pisa el suelo.

domingo, 17 de marzo de 2019

Ira

Las garras deshaciendo cada orden interno.

La temperatura que sube y el corazón que acelera.

Siempre pensé que era más de huida, o más de grito, o más de quietud hasta que la amenaza desaparezca.

Pero al parecer me he vuelto más de lucha, que de huída.

Ahora, a la adultez, quiero Violencia.

Cada célula independiente chilla: Violencia.
Cada órgano ebulle y en los calderos donde el humor se guarda, se cocina Violencia.
El cerebro se humedece hasta que se baña por completo.

La pantalla a rojo. Y ahora lo que quiero es destruirte. O destruirme.
O que explote el mundo.

Arrancar cada adoquín, cada mejilla y cada pensamiento.
Desgajar la realidad como una naranja.

Pero que duela.
Es imprescindible que duela.

Que cada herida que se crea cuando la ira me desgarra por dentro,
tenga gemela en mi piel, en mi lengua.


sábado, 20 de enero de 2018

En ese cortijo hay lumbre

En ese cortijo hubo lumbre.

Luego el fuego lamió los muebles del salón

Nos sentamos encima de un montoncito de cenizas y nos quejamos del calor.

Usar trajes ignífugos parecía buena idea








Te salvaste y al hacerlo morimos los tres.

sábado, 2 de diciembre de 2017

V



 [...]

Soy esto y poco más pajarillo. Vente un rato a mi ventana que yo me tengo muy vista y tú…tú no te has visto.

Cómo no



Cómo no voy a quererte, si tienes todo de tu parte
Cómo no quererte si de tu lado está el acantilado,
Si en tu equipo juegan el río y las montañas.

Cómo no quererte, si corremos siguiendo la costa que esculpe el cantábrico,
Cómo no, si todo es verde. Si conviertes la madera en velocidad, la goma en alas,
Y el plástico en magia.

Cómo no, si juegas muy serio, y discutes sonriendo.
Cómo no, si me dejas libre, ¿Cómo no quererte?
Imposible si tenemos invocada a Afrodita en el sexto R.

viernes, 8 de septiembre de 2017

You borrowed too much future happiness (in one night)

Y cuando, vaciada de todo, se observa,
El cinismo no es un defecto que vaya a soportar.

jueves, 15 de junio de 2017

Historia del sujeto y el objeto


Enamórate del amor, no del hombre

No es el sujeto. Es el objeto.
El domo lleno de trastos: Universo al que quiero mudarme (un rato).

El deseo de lo negado. La angustia ante la imposibilidad de la pluripotencia.

Quieres primaveras y tengo veranos.

No eres el sujeto, eres el objeto. El lugar al que voy, la caja que lleno, para sentirme Viva de nuevo.

I wish I could bring your spring, but I'm the summer (I wish I could explain what summer means)

¿Qué ves? Veo intensidad e insatisfacción; la búsqueda de un amor esclavo para condenarse al escape.

Veo la lucha eterna (pero eh, mejor que el cinismo)

Soy libre, porque sólo así puedo Ser.  Porque sólo así puedo amar al amor y no al hombre.






viernes, 30 de diciembre de 2016

Involución

Mientras que Evolución implica dar vueltas hacia afuera, Involución implica dar vueltas hacia dentro.



Involuciona hasta lo más hondo dentro de la cáscara
(He sido tantas que no sé cuantas)

Desde la A a la M.

Reconstruye con la información de los observadores
Los hombres desean, las mujeres hablan y nada cambia.

Evolvere. Involver. Evolver. Volver.



miércoles, 29 de junio de 2016

La puta mielina (Pequeños placeres y grandes tragedias)



Los momentos independientes

Las intersecciones en el flujo contínuo

El silencio cortical tras la estimulación

Cuando te quiero para siempre

El deshecho y la reconstrucción

Un golpe, una sonrisa, un sonido

Cuando querer no significa / Cuando quieres no significar
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Estamos todos rotos. Algunos simplemente no se dan cuenta. ¿En qué momento comenzó todo? Zambúllete en el autoanálisis. Reza para tus adéntros. Pocas células quedan del niño que fuiste.

Aun actuándo de manera racional (metas y acciones para lograrlas), algo te estás dejando en el camino, algo te falta ¿Lo notas? Quizá es el aire, porque no admites que tú también necesitas respirar. Quizá es el tiempo, porque te sobra, porque te falta, porque crees que te sobra pero te falta.

Cuando concluyes la mirada en los adentros, vuelves más arrugado, pero sobre todo más conformista. Te cuentas las cicatrices. Poco más queda que seguir nadando. Cuidado con los vientos que soplan a velas sin rumbo.

Un día te diste cuenta de que casi nunca pasaba nada. Fue cuando notaste que los acontecimientos no solían tener consecuencias demasiado extremas. Al principio era un susurro, un murmullo avisador, pero luego una afirmación indudable. Qué horrible. Era mejor llorarle al amor perdido, era mejor arrancárte la piel a tiras en el deseo que provocaba la distancia. La puta mielina.

Y no es que ahora no sientas. Tu gama cromática quizá es hasta más compleja. Tienes más esquinas (recuerda que estás roto), pero dónde está el rojo puro, el heavy metal, el sí constante. Envejeces, no estás en periodo de prueba.

No vivas de puntillas. No pulses el modo ahorro. Vivir embadurnado en el barro y empapado en las nubes de la existencia no te garantiza la vuelta a los primarios, pero qué duda cabe que progresivamente todo estará más diluido.

A lo peor es que no sirves para esto. A lo peor es que no tienes memoria de guardado para tanto controlceta. A lo peor es que ninguno de tus alter-egos es completo; y estás roto de intentar pegarlos. Pues claro que tus acciones no tendrán ecos en la inmensidad, pues menos mal.

¿Qué punto eres de la nube? ¿En qué lugar estás de la gráfica? ¿Te salvan los pequeños placeres de las grandes tragedias?



lunes, 30 de mayo de 2016

El día que presioné Ctrl+Z

Coping.

Aprendí en la montaña las bases de la adicción.
Aprendí en la montaña sobre heurísticos y sesgos.

El día que apreté Ctrl+Z puse en práctica lo aprendido.
Un coping un poco sui generis (Zic Zeno).

El día que apreté controlceta, funcionó.
"Y escribir y borrar; y escribirte y borrarte" 

Tengo una técnica perfeccionada para desvanecer.
Una habilidad cuidadosamente entrenada para las vias de escape.

Coping y más coping.
Sana, o al menos cuerda, o al menos funcionando.

Ahora no tengo perro, ni nadie que espere el milagro, ni fotos magenta.
La mirada de quien ha soportado el mismo peso casi diez veces.

Las cervicales fuertes de quien lo desea soportar, cien más.


viernes, 4 de marzo de 2016

Litio (Las triadas cíclicas)

Los ciclos cada vez más cortos

Alegría-Ira-Tristeza

Lo que busca, lo que encuentra

Ilusión-Asco-Melancolía

Ya ni busca; proyecta y predice

Deseo-Ansiedad-Vacío

lunes, 8 de febrero de 2016

Autolisis o la hora de la siesta

Eran dos horas horribles.

Antes del antipsicótico había sido peor, pero ahora estaba circunscrito.
Quién sabe la razón.

Circunscrito a dos horas, dos horas en las que diversos y usuarios y locos y cuerdos echan la siesta.

Cientoveinte minutos, que eran cientoveinte tentaciones.

Voces. Susurros. Risas. Órdenes. Chistes. Poesías. Historias tristes. Historias de miedo.

Un coro inmisericorde que no le dejaba unir lo escindido; la mente.

Imagina. Imagina estar en una habitación llena de ruido, de gente dándo voces, de bullicio o aún peor de una voz tenebrosa que te introduce en los rincones de tu cerebro dónde se esconde el pánico.

¿Qué haces? Salir de la habitación. Salir corriendo y cerrar la puerta. Salir volando y abrir la ventana.

Juntó, las pocas piezas que aún estaban cerca y tomó una decisión que era consecuencia de una causa. ¿Estaba loco?

Más bien, de locos y de trastornados se llenó la calle. De locos que no distinguen la realidad. Vivimos a través de una pantalla y nada es cierto si no se le pueden contar los pixeles.

Vivimos en un mundo tan descompensado, que observar violencia es primario a solicitar socorro.

J, seguirá brotando: brotará como nuevas ramas en un árbol, brotará como el agua entre las piedras, brotará como un pensamiento en la mente no-escindida de mi hermana.

Felicidades por tu libertad, tu mundo era un infierno, el nuestro, a veces, no es mucho mejor.

jueves, 28 de enero de 2016

Tres

He sido tantas que no soy una.
He sido tantas que no soy entera.
He sido tantas que no sé cuántas.

Por ejemplo la profeta, que adivina la desaparición.
Por ejemplo la antropóloga, que predice la conducta.
Por ejemplo la prostituta, que cambia de nombre.

Cada objeto sólido lleno de nada.
Cada viaje a ninguna parte.
Cada intensidad calculada.

martes, 20 de octubre de 2015

Hagámos como que no

Hagámos como que no.
No caigámos en la suciedad de las emociones.
Vivamos en el sexo educado.

Hagámos como que todo importa un bledo,
hagámos que nada valga nada.

Inhibe, inhibe, inhibe; no alimentes el fuego.
Que nada tenga significado.

No confundas besos con raíces como decían los héroes.
Aunque sepamos que sí, que claro que sí,
hagamos como que no.

sábado, 17 de octubre de 2015

¿De qué escapas que vas tan lejos?

Solía escribir cuando caía la noche
Necesitaba el humo, la oscuridad y el corazón en un puño.

Ahora podía escribir de día, prescindir del humo y olvidar a su cuerpo.

No podía, sin embargo, dejar al cuerpo sin alimento, a la mente sin orden y al silencio sin ruido.

No había ahora toros que empujaran las nubes hacia la meseta. No había pequeñas musas escondidas para quién quisiera verlas.

Había mielinización y sinosoidales. Había psicopatía, y había muerte.

Deseaba comunicarse con el yo de antes y contarle las noticias; pero el deseo, sólo es deseo en movimiento.

¿Había avanzado algo desde que leía a Bukowski? ¿Importaba algo que aumentaran las posibilidades de que ocurriese el relato futurístico, si este no se daba bajo la mirada del castillo rojo?

Igual que la cocaína volviéndo anhedónicas a las adictas; el amor volvíala débil, las emociones lábiles violaban su equilibrio.

Nada tiene la mañana (ahora que la conocemos) que la haga mejor que la noche. Nada ofrece de nuevo.

Pero volverán; volverán los óvalos, las redondeces, Victoria, las manadas, los vencejos las yeguas y las leonas (La materia comprendiéndose a sí misma).

La soledad, las multitudes, los niños, los hombres (y algunas mujeres magenta).

Entiende lo que pasó aquel año de los 80; una ola de frío enfrió vuestro carácter. Lo hizo duro y deseable. Vivirás sufriendo y sin enfoque.

Mientras tanto habrá (muy pronto) que desempolvar las piernas y sacarlas a correr respirando el verde; y habrá que desempolvar el alma y sacarla a bailar.

Puedo perderlo todo y volver a empezar; pero nunca desde el principio, por los telómeros.
Puedo perderlo todo, menos el tiempo.

O bailas o te vas. No entiende el equilibrio. Entiende las piedras que caen en el estómago y las costillas desgarrándose. La felicidad y el abismo pero no la compañía pausada.

O gritas y lloras o te vas. O ries o te vas. O estás seguro o te vas.

(Verá muchas partidas, pero no verá la propia)

Se esperará a sí misma por la mañana para limpiarse el barro y comprender, con la sabiduría de la edad,

que no solo es probable el cambio de valencia, que es seguro.

¿De qué escapas que vas tan lejos? Voy para volver y contarme cómo son las luces del mundo.

https://www.youtube.com/watch?v=U30gw1Mlk-M





domingo, 11 de octubre de 2015

¿Qué hubiera pasado? (Una línea por amante)

¿Qué habría pasado si no hubiese intentado atar al pájaro rubio?

¿Y si no hubiera estallado aquel volcán?

¿Podría no haber sido sorda?

No soluciona el desamparo, la investigación del contrafáctico.
No da respuesta el posible imaginado.

Y, aún así, me pregunto.

sábado, 7 de febrero de 2015

Nieve

Es el verde cubierto de blanco.

Es el tímido azul.

Son los colores que me salvaron del negro.

Es tu recuerdo, tu ser y tu sueño.

Las triadas que me traen, arrullan y llevan.

Puedes ser escritor, científico o astrónomo.

La determinación de lo indeterminado y la retrocausalidad.

Lo cómodo, lo incómodo y la falta.

Poco queda, mucho hay y nada resta.

Es el marrón cubierto de verde.

Las neuronas bailando de colores.

Una noche como aquella, una noche como esta.

El llorar de una guitarra.

La mano más rápida que la mente. La mente más rápida que la mano.

Me afilo, te afilo.

 Torbellinos incansables. Lo que resta de vida.

Lo que nos dejan los muertos, a la vez que suena aquella canción.

La suerte del ADN.

La verdad de la manta.

Me amo: te amo. Me odio: te odio.

Sencillo y complejo.

Gracias, gracias, gracias a los colores que me salvaron del negro.

Ahora son blanco que cubre a verde.

Te espero a tí Magenta. Te sueño naranja. Me hueles violeta.

lunes, 5 de enero de 2015

Ellas y Ella (Mi casa)

Se colocan a veces coquetas tras las azules.
Se acomodan tras ellas finjiendo.
Se amontonan imitándola.

Ellas son nubes blancas y finitas,

Ella imponente y eterna. Cubierta de Nieve.
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Sus líneas rectas; marrones y verdes
separan los cultivos,

Su cielo metálico, de colores derretidos,
surcado por las aves que migran hacia la charca.

Corren las acequias hacia el sur. Serpentean sus ramblas;
buscándo el mar, entre cañas.

Rodeada de montañas azules, y al norte la madre, con sus nieves eternas.

Salpicada de almendros y de chirimoyos. Llena de trópico.
Orgullosa; pero discreta. Escondida, bella.

Atardece en ella, la luz la abandona.
Se oscurece la vega.

Y lo nuestro es pasar

Me ha costado más de un lustro comprenderte.

Me ha costado la deconstrucción. Me ha costado decenas de eclosiones. ¿Por qué pudiendo tener una pluma de metal elegiste una de algodón?

Ahora me acurruco en mi profunda sinceridad. Le doy rienda suelta a mis necesidades. Me dejo.

Qué sabio fuiste (sabiéndolo y sin saber)

¡Qué sabio fuiste!

domingo, 14 de diciembre de 2014

La tierra vista desde el pasado

"Es sólo un día más en la vida de simios con subidas de ego"

https://www.youtube.com/watch?v=cE7KHqp8v2c

domingo, 13 de julio de 2014

...Es igual a Masa partido Volumen

No puedo respirar.

El aire de la habitación es sólido.

No me llega oxígeno a los pulmones; el corazón reacciona y bombea más rápido.

Corazón y aire. Valentía y cobardía. Dientes y sudor.

Granada está seca. El Sol brilla acusador.

Se habla de duelo. ¿Cómo se hace el duelo de la propia muerte?

La muerte de mis hijos, del yo que es tuyo, la muerte de la pluripotencialidad.

Se resquebrajaron las cuatro mentes. Me hice una casa chimenésca. Tuve Alzheimer. Oí hablar de Julia. Fuiste Prometeo. Dejamos caer la libertad por estribor. Nos hicimos viejos. Nos miraron con la conmiseración que regala el vacío.Velé a los muertos.

El tiempo es un ser extraño. Lo pueblo en pasado, lo pueblo en futuro, lo pueblo en presente.

He desayunado un Americano con Hielo, sin ser, por primera vez en casi tres años, una Acuarela de Arrabal.

¿Volverá el aire a ser un gas?

No puedo respirar.


sábado, 11 de enero de 2014

Sólo para mí


La libertad cayó un día por estribor.
Tomó el pesado fajo y lo arrojó al mar.

Una parte de sus ropajes se engancharon al fardo,
y el océano robó un trozo que no le correspondía.

¿Había hecho su desarrollo un trabajo tan exquisito?
Era fácil ser presa de la disonancia.

La electricidad de dos pieles a un milímetro de distancia.
Las esferas. Los péndulos que cabecean eternamente quietos.

Bizarra: Tan valiente que podría sumergirse a recoger el fajo.
Pero no se lo permitía su desarrollo, su expectativa: Volvería a empujarlo.

El todo. Luces y magnetismo. La música del universo. La danza de Shiva.
Acercamiento y evitación. Colores en una imagen de resonancia.

Los átomos que se militarizan ante el magneto. Los fascistas en blanco y negro.
La espuma de cerveza que se escapa por el sumidero del grifo.

Un black out eterno. La desconexión preconcepción. Las lágrimas que derramo.
La Il-1 uniéndose a su receptor. La muerte. Follarte.

No pensamos en todo eso cuando dejamos caer la libertad por estribor.
Y aun así, la dejamos caer.



sábado, 23 de noviembre de 2013

La noche de Victoria, PARTE II

La banda sonora adecuada para la lectura.

Al entrar a su antro preferido zigzaguearon entre la gente, para llegar a la barra. El bar estaba lleno de humo, y de conversaciones intentando superar el volumen de la música. Mantenerse en silencio hasta tener una bebida en la mano, era una especie de acuerdo entre el Largo y Victoria.

Sentía cierta opresión en la mandíbula y no sabía qué hacer con las manos, esperaba que el Ron disminuyera la presión de las anfetaminas.

Era el camarero de siempre, Largo sabía que Victoria llevaba meses intentando llevárselo a casa, aún no lo había conseguido, pero por mucho que sufriese su autoestima, se mantenía férrea y espartana.

Al llegar el primer sorbo de la copa a la garganta de Victoria, y mezclarse con el amargor de los estimulantes se acordó de ÉL. Aquello era como la magdalena de Proust, pero en lugar de recordar su hogar de la infancia, su mente voló hacia la cara sonriente, el amanecer en la sierra, la nieve, sus clavículas... Eran flashes rápidos, desenfocados, pero intensos. Miró al suelo y se sintió más cerca de aquella colilla completamente lisa, que de cualquier ser humano que la rodease.

Unos veinte minutos después, el Largo la sacó de su pozo mnésico:
-Tía, vamos al baño.
Siempre los miraban raro cuando entraban juntos al lavabo, todo el mundo pensaba que iban a follar. Nada más lejos. Largo era un hermano. Sacó del bolso los enseres necesarios y pintó.
Pintó la forma principal, el argumento de la noche, la estructura. [...]

Salieron del baño. Ella siempre se preocupaba por que no quedaran restos, y a pesar de que el Largo y el espejo se lo habían asegurado, se toqueteó la nariz una vez más. Las primeras caladas de aquel cigarro. Joder.

Estaba disfrutándo de un verdadero chute de dopamina pura en el núcleo accumbens cuando lo vió. Pareció que ocurría a cámara lenta; se abria la puerta de pub y entraban tres tíos. Siempre iba con sus dos compinches, el muy cabrón.

Que guapo era. No, no era guapo; era puro sexo. Su mirada, su espalda, su voz. Al verlo entrar se dió cuenta de que le necesitaba aquella noche. Que le jodieran al de la nieve y las clavículas, por hacerle daño, por destruirle la existencia, por su inconstancia y por su verga, que le jodieran por todo lo que merecía.

Conseguir la atención del guapo no era tarea fácil, nunca lo había sido, al menos para Victoria. Parecía mostrar interés por mujeres muy distintas de ella. Pero Vic no sabía mentir. Nunca supo ligar. Por eso el camarero tardaba en caer. Ella no era sutil, no era misteriosa. Era muy inteligente, pero era sincera siempre, y esa especie de onanismo moral, nunca parecía estar de su parte.

El Largo se percató de la mirada y le sonrió. -Voy a pedir, ahora te veo-Dijo su amigo, adelantándose.
Hubiera necesitado mucho más alcohol para acercarse a la personificación masculina del sexo, pero no aquella noche, no con el recuerdo de ÉL tan fresco, agujereándole el cerebro.

Don sexy se mostró amable, incluso halagador (siendo ellos dos, un milagro). Se mostró igualmente decepcionante. Don sexy se había casado; con una chica tan diferente a Victoria que parecía de otro planeta, tan diferente a lo que él le decía que deseaba cuando se tumbaban a fumar después, ella era la antítesis de aquello. ¿No había hecho lo mismo ÉL? ¿No hacían esa mierda todos?

Volvió con el Largo, más vieja y menos borracha. Más humilde y más sabía. Era una broma de mal gusto llamarse Victoria.